Y llegó Iggy Pop a España y... todo saltó por los aires

No sucedió en el centro de Madrid, sino en Móstoles, un lugar que muchos consideraban muy alejado; en 1978 carecía de buenas comunicaciones, pero aquella noche ese era el lugar elegido. Actuaba, por vez primera en España, Iggy Pop y, en el Pabellón Deportivo El Soto, por 400 pesetas, estaba casi todo el mundo, la tropa de Kaka de Luxe junto a Bernardo Bonezzi o Alberto García Alix, entre tantos otros.

Entrada del concierto de Iggy Pop en Móstoles (15 de mayo de 1978)

Entrada del concierto de Iggy Pop en Móstoles (15 de mayo de 1978)

Era el primer gran concierto de un artista punk en España, algo que marcaría a la nueva ola de músicos influenciados por lo que estaba pasando en Inglaterra o por el sonido de Ramones, Television o The Dictators en Estados Unidos.  Regresaría dos años más tarde a Madrid, concretamente al Pabellón de Deportes, donde lo vieron 2.500 fans, pero para entonces Iggy se había convertido ya en algo mucho más grande y accesible. Móstoles era (casi) un páramo, un desierto cultural que fue invadido por rockeros y outsiders madrileños, aunque años antes había acogido un festival histórico de rock hispano con Coz, Asfalto, Indiana y Ñu. Venía a presentar el exitoso Lust for life, publicado el año anterior (lo mismo que The Idiot), aunque también acababa de ver la luz Kill City, una demo grabada en 1975 que acabó viendo la luz en formato LP poco después de Lust for Life.

Iggy Pop en 1978

Iggy Pop en 1978

El periodista José Manuel Costa hizo la crónica para El País (17 de mayo). Los teloneros, que salieron con dos horas de retraso, fueron unos habituales de aquella primera escena punk nacional, junto a Ramoncín WC, Mortimer, La Banda Trapera del Río o Basura, los barceloneses Peligro, «que consiguieron machacar tanto la sensibilidad musical como la auditiva de los presentes. Malos de solemnidad, intentaron solucionar con watios lo que les faltaba de energía y capacidad, y su actuación fue un páramo de aburrimiento a un volumen del que era imposible evadirse», señaló Costa. Fueron dos fechas, Madrid y Barcelona, 15 y 16 de mayo respectivamente (organizadas entre Onda Dos y Disco Express), y lo que caracterizó a ambas fue el escaso público, el mal sonido y un final apoteósico donde cayeron «Lust for life» y «I wanna be your dog», entre otras.

Iggy Pop, Lust for life (1977)

Iggy Pop, Lust for life (1977)

Iggy Pop, Kill city (1977)

Iggy Pop, Kill city (1977)

«Oriol comenzó fuerte: “Coca, oxígeno, poca gente, Stooges sound”».

La aparición de Iggy Pop, como era habitual, fue un fogonazo de energía primitiva, una bestia liberada, «un muñeco insano y anfetaminado que desató una violencia en el escenario como pocas veces se ha visto en nuestro país», describió Costa. Sin embargo, la crónica más apasionada, en este caso de su segundo show en el Pabellón Deportivo de Badalona, fue la de Oriol Llopis (uno de nuestros escritores favoritos y autor de grandiosos artículos en la revista Star) para el número 45 de Vibraciones, que por supuesto tenía al músico en portada y que salió publicada un mes más tarde, en junio. Las fotografías, obra de Francesc Fabregas, eran igualmente excepcionales. Oriol comenzó fuerte: «Coca, oxígeno, poca gente, Stooges sound». Eran tan solo unas pocas palabras, pero las justas para captar lo que fue y lo que algunos afortunados pudieron presenciar en aquel primer show de Iggy Pop en una España que aún ni tan siquiera tenía Constitución. «Fue una revelación, vi lo que era el rock & roll», afirmó décadas más tarde el propio Oriol.