El cartel más aterrador del fascismo

No había mucho que elegir y el Duce imponía su ley con dureza. Los camisas negras ya campaban a sus anchas por Italia. Aun así, se celebró una consulta popular, o algo parecido. «Sí, año XII de la Era Fascista» fue el cartel que Xanti Schawinsky, diseñador de la Bauhaus y por entonces buscando trabajo en Italia, hizo como celebración de su victoria. Era el año 1934 e Italia había aprobado la lista de diputados designados por el llamado «Gran Consejo del Fascismo» para aquellas polémicas elecciones plebiscitarias. El rostro de el Duce aparece ampliado y su cuerpo está lleno de figuras humanas, una multitud que aseguraba ser la del mismo pueblo y que, por fin, tenía un nuevo «heraldo» que volvería a hacer que el país recuperase su ancestral poder.

 

«Sí, año XII de la Era Fascista» de Xanti Schawinsky (1934)

«Sí, año XII de la Era Fascista» de Xanti Schawinsky (1934)

El cartel, que se exhibió en pleno centro de Roma, en la fachada de la sede del Partido Fascista en el palacio Braschi, y en la que el rostro de Mussolini emerge fantasmagóricamente sobre un fondo de decenas de «Sí», resultaba sobrecogedor y casi aterrador.

El gigantesco y aterrador cartel del «Sí» en la fachada de la sede del Partido Fascista

El gigantesco y aterrador cartel del «Sí» en la fachada de la sede del Partido Fascista

El mismo palacio, sede del partido de Mussolini, con otros carteles celebrando el «Sí»

El mismo palacio, sede del partido de Mussolini, con otros carteles celebrando el «Sí»

Schawinsky, cuando llegó a Milán, comenzó a trabajar para el estudio Boggeri, e incluso hizo diseños para la marca de café Illy y otros productos como Cinzano. También para Olivetti y sus célebres máquinas de escribir.

 

Xanti Schawinsky

Xanti Schawinsky

El artista, en los años en los que diseñó el cartel para Mussolini, se había hecho buen amigo del futurista Marinetti, que había acabado abrazando el fascismo. Sin embargo, a pesar de aquel cartel, Schawinsky tuvo que abandonar apresuradamente el país al año siguiente, cuando el fascismo comenzaba a eliminar a sus rivales políticos y la situación política se agravaba.