Solo los anarquistas son hermosos

Fue una de las camisetas-manifiesto más conocidas que produjo la pareja McLaren y Westwood. Se tituló «Anarchy Shirt» (1976) y venía a resumir toda una época y un modo de entender el arte y la posición del mismo artista. Distintas frases e imágenes se repartían por la superficie de la camiseta, que llevaba impresa en stencil una frase que decía lo siguiente: «Solo los anarquistas son hermosos».

También incluía una imagen de Marx y referencias a la Black Hand Gang, un nombre que McLaren tomó de la célebre banda anarquista de la Andalucía de finales del siglo XIX, así como de un efímero grupúsculo, que tomó aquel nombre, vinculado a King Mob y surgido en torno a 1968/1969.

Varios años antes, en 1971, Point Blank (un grupo situacionista californiano) publicó un cómic desviado al estilo situacionista titulado The sexuality of dialectics, obra de Chris Wink, uno de sus más activos militantes, quien tiempo después alcanzó cierta fama como el tercer componente del grupo de performance Blue Man Group (hoy en día siguen activos y son conocidos por aparecer en público con sus rostros ocultos tras máscaras azules). El cómic original era un ejemplo de literatura para adolescentes, pero al desviar los diálogos el comic adquiría otro sentido totalmente distinto. El resultado era una pieza feminista que, haciendo uso de una brillante ironía, atacaba la hipocresía de los revolucionarios. «El amor no es posible en esta sociedad […] Lo que quieren todos los hombres es tu cuerpo», decía uno de los personajes del cómic. «Decir que el amor no es posible es contrarrevolucionario», le contestaba una segunda chica, que añadía que «todos los revolucionarios son hermosos». McLaren hizo uso de aquella frase, pero desviándola hacia otros fines; cambió el «todos» por el «solo» y la mención genérica a «los revolucionarios» se convertía en únicamente «los anarquistas»: «Solo los anarquistas son hermosos».

Justo al final, a modo de advertencia, el cómic afirmaba lo siguiente: «Recuerda hermana, no permitas que tus jefes, policías, curas, profesores o militantes te jodan. Haz el amor con revolucionarios». Nada más y nada menos. Solo los anarquistas eran hermosos.