«Viva Franco sin cabeza y Mola sin pies»

Popeye convertido en luchador antifascista, lo mismo que Gengis Khan o ¡Shirley Temple! Así fue el tebeo antifascista destinado a los niños y niñas durante la Guerra Civil

Popeye convertido a la causa antifascista y, con ayuda de sus enormes músculos, parando bombas y proyectiles. Su pecho era un gran escudo que protegía a los niños y niñas españolas. ¿Quién podía competir con semejante fuerza? Así aparecía en el cuarto número de El Pionero, semanario infantil en tiempos de guerra. Popeye, que se proclama ¡mexicano!, marcha junto al niño «mascota» del tebeo, Pionero. Al llegar a España Popeye se declara voluntario internacionalista: «Pionero y Popeye, mexicanos, antifascistas de los de verdad, deciden ayudar al Gobierno de la república». Entonces llega el gran momento: Popeye le pregunta a Pionero qué es un «gudari», pero este decide que lo mejor es verlo en persona, así que se echan a la mar a bordo del barco Tiburón y ponen rumbo a Euskadi para «luchar por la libertad».

Cabecera Pionero Rojo, el semanario infantil del POUM

Cabecera Pionero Rojo, el semanario infantil del POUM

Shirley Temple antifascista

Shirley Temple antifascista

El fascista Flechas y Pelayos

El fascista Flechas y Pelayos

GRANDES VILLANOS Y HÉROES DE LEYENDA CONTRA FRANCO

«De pronto Gengis Khan se convirtió en un libertador de la causa roja y negra, lo mismo que… Shirley Temple, que aparece como una miliciana amiga de los niños»

De pronto Gengis Khan se convirtió en un libertador de la causa roja y negra, lo mismo que… Shirley Temple, que aparece como una miliciana amiga de los niños. Era la respuesta de los a Flechas y, posteriormente, Pelayos, en la zona fascista, sus equivalentes en el mundo del tebeo en tiempos de guerra. En el bando fascista «Polito, Picotin, Pelayín y multitud de pequeños pelayos más que, haciendo gala de su fe tradicionalista, se enfrentaban cada semana con legiones de sucios, desharrapados e innobles milicianos, desbaratándolas con facilidad», apunta el historiador Antonio Martín.

Pulgarcito convertido en personaje aliado de Franco. Floreal, suplemento antifascista de TBO y el comunista Camaradas

LA MANIPULACIÓN AGITPROP Y LOS ANARQUISTAS

«Los revolucionarios ácratas rechazaron ese tipo de propaganda. Los niños, eso pensaron muchos, eran niños, y los contenidos de la revista resultaban incomprensibles para estos, una fuente de adoctrinamiento y no de aprendizaje»

«Pionero» era como decir «niño», considerados como el «futuro de la revolución». Fueron ellos los protagonistas de la propaganda política tanto fascista como antifascista, aunque en el caso de Pionero Rojo, una revista infantil española publicada desde Barcelona por la Juventud Comunista Ibérica, adherida al POUM y subtitulada «Semanario de los niños obreros y campesinos», llovieron las críticas por su extremo carácter propagandístico. Incluso tenía su propio himno infantil: «Somos pioneros a la vanguardia del mundo / del nuevo día los mensajeros / Hijos de obreros, no tememos la muerte / es la ley del más fuerte vencer o morir / Vamos marchando hacia nuevos senderos / la firme marcha de los obreros / Somos pioneros la columna más fuerte del nuevo mundo que ha de venir». Los revolucionarios ácratas rechazaron ese tipo de propaganda. Los niños, eso pensaron muchos, eran niños, y los contenidos de la revista resultaban incomprensibles para estos, una fuente de adoctrinamiento y no de aprendizaje. Fue en las filas libertarias donde surgieron más críticas a este tipo de publicaciones. En general, los anarquistas querían publicaciones infantiles que no fueran tan políticas y partidistas. Consideraban estas publicaciones como manipuladoras y absurdas. La revolución vendría, según los principios de la escuela libertaria, con otro tipo de educación, algo muy diferente a emular, como sucedía, la propaganda fascista infantil pero entregada al antifascismo.

Niños y niñas jugando a ser milicianos en Lavapiés. Fotografía: Santos Yubero

Niños y niñas jugando a ser milicianos en Lavapiés. Fotografía: Santos Yubero

POCHOLOS Y PIONERÍNES

Posiblemente, Pionero Rojo y sus locas viñetas fue la revista infantil propagandística de mayor importancia del bando republicano. El primer número apareció el 9 de abril de 1937. Mantuvo un formato de 32 x 22 cm., con páginas mayormente dedicadas a narraciones y artículos de intención política, usando las viñetas e incluyendo cartas de supuestas niñas y niños de todo el mundo que se enviaban a los «valerosos» pioneros de España. Solamente salieron siete números. En Valencia, en noviembre de 1937, apareció el Pionerín, muy similar. Absolutamente todo, como no podía ser de otra manera, se había visto afectado por la guerra. Hasta la revista infantil TBO, que se convertirá en propagandística, sobre todo su suplemento Floreal. O la revista infantil Pocholo, que hablará a los niños de la necesidad de mantener al pueblo en armas. Casi todos los grupos y las organizaciones antifascistas, como el JSU o el Partido Comunista (ambos ponían como ejemplo el «sacrificio y coraje de los pioneros de la URSS») tenían su semanario infantil.

Era agitprop de altos vuelos. En El Pionero se incluían poemas realizados por niños antifascistas. Uno de ellos decía: «Viva Franco sin cabeza. Viva Mola sin pies / El borracho tipo Llano con el pellejo al revés». Rimas rojas. E incluso acertijos y humor: «¿En qué se parece un mono con el general Queipo de Llano?», preguntaba El Pionero. Respuesta: «El mono necesita las copas de los árboles para vivir y Queipo de Llano no puede vivir sin las copas». El sanguinario Queipo de Llano, borrachín y psicópata, no solo era el blanco de las iras de los niños y niñas. Muchos franquistas, nazis y fascistas italianos aparecían en sus páginas en biografías, artículos de opinión o chistes, junto a datos e informaciones pedagógicas que combinaban geografía, botánica con el origen del saludo fascista. Pocholos, pioneros y seguidores de Popeye unidos en la lucha.