¡Visite el Cabaret Satán!

Nada más entrar, una decoración simulaba las regiones infernales. Estalactitas y cuevas. El escenario, a cada lado, tenía una decoración de fuegos, como si los músicos estuvieran actuando en el averno.


Hubo una vez en que el templo de Satán estuvo aquí. Poco antes de la Guerra Civil, en el número 60 de la calle de Atocha, con entrada por el pasadizo que conduce a los locales que actualmente ocupa el Cine Dore, se inauguró el Cabaret Satán, que desataría las iras de católicos y ultras. Su decoración imitaba el averno, organizaba fiestas «infernales», Pablo Neruda era uno de sus habituales y se convirtió en el más polémico y tumultuoso de los locales nocturnos. El franquismo le obligó a cambiar su nombre, conservando solamente las dos últimas letras de su luminoso: ahora se llamaría «Tarzán».