¡Un duelo a muerte! Debbie Harry contra Andy Kaufman


[Fotografías: Bernard Gotfryd]

Debbie Harry, de Blondie, pudo convertirse en una «lady wrestler». Recordamos su memorable actuación, a base de saltos, golpes y duelos, junto al gran Kaufman

Cada noche, el espectáculo Tanzi: The Venus Flytrap, una obra teatral que incluía música y estrenada en 1983 en Broadway, comenzaba y terminaba de la misma manera, en un ring donde se situaban a cada lado la cantante Debbie Harry y el humorista Andy Kaufman. Y… luchaban. Debbie hacía de «Tanzi». El show no fue nada difícil para ella. Debbie, durante años, había sido fan del wrestling, que por entonces vivía una época salvaje y primitiva, con auténticas bestias y no pocos seguidores. Tuvo ayuda. Chris Stein, guitarrista de su banda nueva olera Blondie, era también seguidor del wrestling, la introdujo en el deporte y asesoró. La obra equiparaba el combate de los luchadores con la lucha en la vida real, y se definía como «una obra en 10 rounds». Tampoco resultó un papel extraño para el provocador Kaufman, que aseguró haber llegado a enfrentarse a unas ¡400 mujeres! durante sus shows en nightclubs. «No hay mejor drama que el wrestling», confesó. Aunque Kaufman hacía de árbitro, solían terminar intercambiando los papeles, como es habitual en el wrestling, y Debbie, a quien inicialmente le costó mucho su papel por el esfuerzo físico que debía hacer, se lanzaba a por él. El público, enloquecido, no paraba de chillar. La obra fue un éxito, pero no fue sencillo. El casting acabó con algunos huesos fracturados y contusiones.

En aquellos tiempos, Blondie se había desintegrado. Después del retorno fallido con el mediocre The Hunter (1982), se lanzaron dos sencillos del álbum, «Island Of Lost Souls» y «War Child», que tampoco funcionaron. La banda se separó, comenzando Bebbie su carrera como solista junto a su compañero Chris Stein. También dio el salto al cine. La cantante de Blondie llegó a actuar en grandes películas como Videodrome, y otras como Union City o Roadie. Sin embargo, su papel más celebrado fue como la malvada Velma Von Tussle de Hairspray, de John Waters (1988). Debbie, durante el tiempo que se representó la obra, se fue creciendo en el arte de los golpes y los retos, hasta el punto de que hubo quien le ofreció dedicarse plenamente a ello, convirtiéndola en una «lady wrestler».