La más bella durmiente era de Barcelona


La adaptación más brillante del clásico cuento infantil de Charles Perrault se publicó en Barcelona fue obra del ilustrador Asha, que trabajó para la casa Sopena, una de las mayores fábricas de creaciones editoriales de entonces

Esta adaptación del famoso cuento de Charles Perrault La bella durmiente del bosque es una de las más bellas que se hicieron. Además, se publicó en Barcelona en 1900 por Ramón Sopena. Desde Barcelona, la casa Sopena fue una de las principales editoras de cuentos infantiles ilustrados, muy similar al trabajo realizado por S. Calleja, que a su vez publicó sus «Cuentos de Calleja en colores».

Sopena editaba historietas autoconclusivas, lo que le acercaba al folleto y, generalmente, de pocas páginas. La encuadernación era en rústica. Lo curioso de Sopena fue que, a pesar de contar con varias colecciones, encargó todos los libros a un solo ilustrador, el gran Luis Palao. El resultado es una identificación clara de sus títulos por la brillantez de Palao en un momento en que existe una explosión de color en la antiquísima literatura infantil en nuestro país.

Sin embargo, la única excepción en la que no trabajó Palao para Sopena fue en estos «Cuentos en Colores», como el que compartimos. Palao también compartiría espacio con otros ilustradores en la colección «Biblioteca para niños». También, algunos títulos sueltos irían dibujados por ilustradores extranjeros, pero el nombre del zaragozano Palao, que ya apareció en algunas obras de Calleja al comienzo de su carrera, con el despuntar del siglo, es casi omnipresente en la editorial Sopena.

En este caso el ilustrador era Asha, que hizo grandes trabajos como La infancia de Pirulete o Gulliver en el país de los gigantes, ambos para Sopena.  Asha, había nacido en Bélgica y era conocido como un autor anticlerical que fundó y dirigió el periódico Les Corbeaux antes de trasladarse a España.