La explosión mística de Olga Fröbe-Kapteyn


Desde una comuna suiza soñó con unir la tradición hermética occidental con la oriental. El resultado fue un arte teosófico de una fuerza e intensidad asombrosas

Olga Fröbe-Kapteyn nació en Londres en 1881. En 1900 se trasladó a Zúrich para especializarse en Historia del Arte en la Escuela de Artes Aplicadas, donde se casó con Iwan Fröbe, un flautista y director de orquesta croata. Después de que su esposo muriera en un accidente de avión, Fröbe-Kapteyn y su padre viajaron a la comuna Monte Veritá en el pueblo suizo de Ascona. Ambos lo hicieron empujados por las leyes del vegetarianismo y el nudismo. A partir de 1920 Ascona se convirtió en su hogar. Fue allí donde Fröbe-Kapteyn creó un centro informal llamado Eranos, un título que le sugirió el historiador de las religiones, Rudolf Otto. El psiquiatra y psicoanalista suizo Carl Jung le propuso utilizar Eranos como un lugar de encuentro entre Oriente y Occidente, con conferencias y encuentros temáticamente preparados para inspirar conversaciones interdisciplinarias.

Olga Fröbe-Kapteyn

Olga Fröbe-Kapteyn

Fröbe-Kapteyn se embarcó en la tarea de encontrar imágenes con las que iluminar cada tema teosófico, como hizo en Yoga y meditación en Oriente y Occidente (1933), La Gestalt y el culto de la Gran Madre (1938), El principio hermético en mitología, gnosis y alquimia (1942), Los misterios (1944), Espíritu y naturaleza (1946) y Hombre y tiempo (1951).