Superman nazi

Los americanos, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, habían aceptado y, en algunos casos, apoyado a los nazis, que marcharon por grandes avenidas en manifestaciones que convirtieron en auténticos desfiles. Superman, el héroe del cómic americano que simbolizaba la libertad y los ideales americanos, también fue... nazi. Al menos es lo que dibujó John Patler, un convencido nazi que lo transformó en el azote de la diversidad racial.

John Patler, con camisa clara

John Patler, con camisa clara

Los «autobuses del odio» organizador por Rockwell, Patler y el Partido Nazi (1961)

Los «autobuses del odio» organizador por Rockwell, Patler y el Partido Nazi (1961)

«El hombre blanco lucha en un duelo interplanetario contra un diabólico enemigo: los judíos venidos del espacio exterior», puede leerse en Here comes WHITEMAN, un pequeño cómic (tenía tan solo 8 páginas) publicado por el Partido Nacionalsocialista Americano en 1965 en Dallas (Texas), en plena fiebre anticomunista y auge de los derechos civiles. Incluía un «ticket gratis para África, no reembolsable», al que invitaban a los negros de América, especialmente a los miembros de la combativa NAACP. Aseguraban que durante la travesía tocarían bandas de jazz y se vendería pollo sin parar, así como vino, marihuana y heroína.

Su autor, John Patler, fue un famoso nazi de familia griega que creció en Nueva York. Siendo un niño, su madre fue asesinada por su padre. En 1960, tras dos años en el ejército, cambió su nombre (nació como John. C. Patsalos). Había sido miembro de una pandilla de delincuentes juveniles y acabó fascinado por las ideas de Hitler. Patler fue uno de los impulsores del partido nazi, pronunciando numerosos discursos y publicando la revista Stormtrooper, donde también dibujaba. Sin embargo, dos años después de la salida del cómic, fue expulsado por sus antiguos colegas acusándolo de ¡bolchevismo!. El 25 de agosto de 1967, en Arlington (Virginia), disparó sobre George Rockwell, líder nazi al que acusaba de haberlo marginado dentro del partido, a pesar de considerarlo como el padre que nunca tuvo. Rockwell, que estaba aparcando su coche cuando fue tiroteado, falleció y Patler fue condenado a veinte años de prisión.

Rockwell presidiendo un mitin de su partido

Rockwell presidiendo un mitin de su partido

Rockwell instantes después de ser asesinado por Patler

Rockwell instantes después de ser asesinado por Patler

Patler detenido y acusado de asesinato

Patler detenido y acusado de asesinato

En la actualidad, Here comes WHITEMAN es una pieza de coleccionista.