Queridísimo (anti) Santa Claus

Krampus lo sabe todo: si has sido bueno o malo. No es un Santa Claus bonachón y, por supuesto, no viene a entregarte regalos. No se ríe, es cruel y puede llevarte a las regiones infernales

 

Krampus lo sabe todo: si has sido bueno o malo, si no te has esforzado lo suficiente o has sido cruel. No es un Santa Claus bonachón y, por supuesto, no viene a entregarte regalos. No se ríe; su sonrisa es de crueldad y puede llevarte a las regiones infernales si te pilla y mete en su saco. Luego te devora lentamente. Puede castigarte y azotarte. Es rencoroso. Jamás olvida una afrenta. Durante el siglo XIX se vivió una verdadera explosión de Krampus, sobre todo en países como Hungría o Austria, donde la leyenda y su persona cobraron una gran fuerza. Su aspecto es inconfundible. Cuernos diabólicos, una larguísima lengua y melenas. Todo su cuerpo está cubierto de pelo y sus patas son similares a las de un fauno.

Se dice que merodea durante dos semanas en la llamada «Krampusnacht», una antigua tradición precristiana. Vaga en soledad o de la mano de San Nicolás, pero siempre se lleva a alguna desdichada víctima. Esta es una selección de postales y carteles de Krampus publicados y difundidos en Hungría o Austria a finales del siglo XIX y comienzos del XX.

[Fuente: Flashback]