¡Pelea! Jiu-jitsu, palos, incendios

Atacaban o se defendían con sus puños y brazos, pero también con palos, fustas o paraguas. Hace un siglo, muchas feministas fueron expertas en artes marciales. Esta es una selección de carteles, viñetas e ilustraciones de la autodefensa feminista

«Nos tiene sin cuidado vuestras leyes, caballeros. Nosotras situamos la libertad y la dignidad de la mujer por encima de toda esas consideraciones, y vamos a continuar esa guerra como lo hicimos en el pasado; pero no seremos responsables de la propiedad que sacrifiquemos, o del perjuicio que la propiedad sufra como resultado. De todo ello será culpable el Gobierno que, a pesar de admitir que nuestras peticiones son justas, se niega a satisfacerlas». Quien habla es Emmeline Pankhurst, líder sufragista, respondiendo así a quienes las calificaban a ella y a sus compañeras de «salvajes».

«Rompían escaparates, incendiaban, saboteaban, llegando a intentar asesinar a varios políticos. Usaban palos, fustas o paraguas»

Los agentes de policía las temían. A comienzos del siglo pasado, en Inglaterra o Francia, muchas sufragistas eran capaces de enfrentarse cuerpo a cuerpo con la policía durante sus numerosas acciones callejeras de protesta: rompían escaparates, incendiaban, saboteaban, llegando a intentar asesinar a varios políticos. Usaban palos, fustas o paraguas. En 1913, quemaron el Pabellón de las Orquídeas del Real Jardín Botánico de Kew de Londres, pero también destrozaron los buzones de correos y las vidrieras de comercios y establecimientos colaboracionistas, asaltaron iglesias, apedrearon la misma casa del Primer Ministro en Downing street, vertieron ácido en los campos de golf, incendiaron estaciones o se enfrentaron cuerpo a cuerpo con la policía, poniendo en práctica técnicas de autodefensa personal que aprendían y practicaban en grupos. Las piedras que lanzaban llevaban inscritos lemas reivindicativos. Pronto, decenas de sufragistas entraron en prisión, engrosando las filas de las prisioneras políticas. La prensa las retrató en plena lucha, como expertas algunas de ellas en artes marciales como el jiu-jitsu. Edith Garrund, una profesora feminista en artes marciales, dedicó muchos años a la preparación personal de sus compañeras.

La autodefensa feminista venía de mucho antes. Se dice que en los días de la Revolución francesa, la temida Théroigne de Méricourt, en plena calle, preparaba y adiestraba en el arte de la autodefensa a sus batallones de Amazonas, después de que esta participase en la toma de la Bastilla. La autodefensa feminista encuentra en las sufragistas un gran ejemplo, que luego va a ser continuado por otras activistas, como las revolucionarias alemanas, que durante los años treinta, para poder hacer frente a la violencia de grupos nazis crearon clases de autodefensa.

Esta es una selección de algunos de los periódicos, viñetas e ilustraciones que, entre los últimos años del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX, reflejaron el cambio de rumbo en las filas feministas respecto a la violencia, la acción directa y la autodefensa, tanto en Inglaterra como en Francia o Estados Unidos.