«Simplemente quiero traer alegría»: Las maravillosas y disparatadas fotografías de una nonagenaria japonesa


Kimiko Nishimoto es una de nuestras fotógrafas favoritas. Sus fotografías disparatadas y absurdas son parodias del mundo, pura imaginación sin límites. Su objetivo no es otro que regalar sonrisas y sana locura

Simulando que es atropellada por un camión, volando sobre una escoba, disfrazada de conejo o atacada por cuervos o heavies. Así es la grandísima Kimiko Nishimoto, una mujer de 91 años que se ha convertido en todo un fenómeno global con su selfies surrealistas y disparatados, pura imaginación sin límites que juega con la parodia, el fake y lo excesivo. Lo increíble de Nishimoto es que comenzó a realizar estas maravillosas fotografías cuando contaba con 71 años. Nació en 1928, actualmente tiene 94 años, tres nietos y seis bisnietos. Antes no sabía manejar una cámara de fotos. El año anterior había recibido clases de fotografía y, al terminarlas, decidió no separarse jamás de su cámara y su editor de fotos, realizando selfies que luego manipulaba hasta aparecer en situaciones imposibles y absurdas. Coloca la cámara, posa con un control remoto y, más tarde, en su estudio, las edita. Y luego está su filosofía, auténtico placer y generosidad y diversión que comparte con todos: «Yo simplemente quiero traer alegría. Este es el secreto de mi felicidad y me gustaría seguir mientras esté con vida», confesó. Nishimoto.

Actualmente ha realizado varias exposiciones en Tokio y otras ciudades japonesas, y su cuenta de seguidores sigue aumentando. Nadie quiere perderse sus nuevos trabajos, pero sobre todo olvidar su don, su modo de entender el arte de la fotografía en manos de una anciana que regala felicidad y sonrisas.