Aquí están... Los auténticos ¡Peaky Blinders!

Las temidas bandas de scuttlers dominaron ciudades como Manchester o Londres con un estilo inconfundible y una rabia feroz. Birmingham fue el origen de los auténticos Peaky Blinders

Son una de nuestras bandas favoritas, nuestra subcultura callejera y despiadada preferida junto al pánico contra los Mohocks londinenses de 1712, que resultó ser un fenómeno amplificado por la prensa ante una serie de ataques indiscriminados a manos de grupos de jóvenes pertenecientes a la aristocracia, y nuestro queridos apaches franceses de la belle époque. Los scuttlers aparecieron en las últimas décadas del siglo XIX. Pronto comenzaron a ser conocidos, y también temidos, como un nombre atribuido a bandas de adolescentes, verdaderos protohooligans, que aterrorizaron ciudades como Londres o Manchester, aunque fue en esta última, en sus suburbios, cuando se vieron los primeros de ellos alrededor de 1880.

Grupos de niños en el Manchester de finales del siglo XIX. Como puede verse, llevan el pelo ligeramente largo y pegado en la frente, aunque por detrás era corto (un estilo llamado «donkey fringes», popular entre los jóvenes pandilleros de la época)

Retratos, aspecto de los suburbios de Manchester y fichas policiales de scuttlers alrededor de 1880

La mayoría tenía edades comprendidas entre los 14 y los 19 años. Muchos de ellos, tras pasar una temporada en reformatorios o la cárcel, entraban de lleno en la gran delincuencia. La imagen de los scuttlers era inconfundible: el pelo ligeramente largo y pegado en la frente, aunque por detrás era corto (un estilo llamado «donkey fringes», popular entre los jóvenes pandilleros de la época), la gorra inclinada hacia la izquierda dejando ver el pelo. También usaban chaquetas con solapas muy anchas, pantalones acampanados, pañuelo de seda al cuello (al igual que el apache francés).

Eran hábiles usando la navaja o blandiendo gruesos cinturones con pesadas hebillas (en las solían grabar los nombres de sus bandas o imágenes identificativas) o la punta de bronces de sus botas como armas, y los choques entre grupos rivales solían acabar con numerosos heridos, aunque rara vez los ataques eran mortales. Los nombres de las bandas tenían su origen en la procedencia de sus integrantes, como Bengal Tigers, Forty Row, Lime Street o Holland Street, llegando a contarse decenas de estas bandas.

«Cada banda de scuttlers tenía su jefe o capitán y también integraban a chicas, que se vestían de forma parecida y que la prensa denigraba con calificativos como “marimachos”, “amazonas” e incluso “destripadoras”, en recuerdo del terrible Jack el Destripador»

Contaban, además, con una jerga propia. Al igual que los teddy boys, que medio siglo más tarde desviarían las prendas y trajes eduardianos para dotar a su subcultura de un inconfundible estilo propio, los scuttlers solían comprar sus prendas en comercios de sastres judíos entre los cuales era frecuente el apelativo Ike, diminutivo de Isaac. Por ello, usaban el ikes o ikey lads para referirse a sí mismos. Cada banda de scuttlers tenía su jefe o capitán y también integraban a chicas, que se vestían de forma parecida y que la prensa denigraba con calificativos como «marimachos», «amazonas» e incluso «destripadoras», en recuerdo del terrible Jack el Destripador, activo solamente unos pocos años antes de la aparición de estas bandas. Es posible que la supuesta crueldad y ultraviolencia de las chicas haya sido producto del sensacionalismo de la prensa y la mentalidad conservadora y reaccionaria inglesa, para quienes el hecho de que hubieran mujeres integradas en bandas violentas y que participasen en reyertas resultaba inconcebible. Sin embargo, los scuttlers generalmente eran de mentalidad igualmente conservadora, una clase trabajadora o una juventud desclasada. En cualquier caso, una subcultura proletarizada y resentida con la sociedad de entonces que acaparó un gran interés por la prensa y la literatura durante aproximadamente dos décadas.

A partir de la moda scuttlers surgieron muchos otros grupos, algunas veces extremadamente violentos, en otros lugares de Inglaterra, como los High Rip en Liverpool. O los Peaky Blinders de Birmingham, que la televisión popularizaría gracias a la famosa serie de su mismo nombre, una especie de película de los bajos fondos bastante fiel a la historia y estética de los reales y salvajes Peaky Blinders.

Fichas policiales pertenecientes a los Peaky Blinders de Birmingham del West Midlands Police Museum. Fotografías: Newsteam