El fotógrafo de la España mística


José Ortiz Echagüe (Guadalajara 1886 - Madrid 1980) fue el fotógrafo de los religiosos y paisajes preñados de misticismo, el primero que retrató a los cartujos en sus monasterios, de los pescadores y los tipos pintorescos, todo siempre marcado por un ambiente de sublime belleza casi irreal. Su lucha era un imposible: ir allí donde aún pervivía el pasado para fotografiarlo antes de su liquidación

 

En 1898 recibió su primera cámara fotográfica, con la que empezó a realizar sus primeras instantáneas. Tres años más tarde consiguió una segunda cámara, una Photo Esphère, con la que llevó a cabo alguna de sus fotografías más conocidas. En 1903 ingresó en la Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara y, tras su paso por ella, en 1909 sirvió en la unidad de globos aerostáticos en la Guerra del Norte de África, donde hizo muchas fotografías de la vida cotidiana. Obtuvo los títulos de piloto de globos y de piloto de aviación en 1911. Tras su regreso definitivo del Norte de África, fundó en 1923 Construcciones Aeronáuticas (CASA) y más tarde, en 1950, la primera industria española de fabricación de automóviles en cadena, SEAT, de las que será nombrado Presidente.

En su faceta de fotógrafo, se dedicó a capturar imágenes por toda la geografía española desarrollando cuatro grandes series temáticas: tipos y trajes, pueblos y paisajes, España mística, y castillos y alcázares, a las que hay que añadir las series del Norte de África y de retratos familiares.

Sus imágenes de la Semana Santa dieron la vuelta al mundo, retratando a penitentes y cortejos sombríos. Sus bellísima fotografías de monjes o lagarteranas con sus trajes típicos eran algunas de esas instantáneas amenazadas por la modernidad.

La mayor parte de sus fotografías están realizadas con el procedimiento del carbón directo sobre papel Fresson, que da a sus obras un aspecto eminentemente artístico. Sus fotografías viajaron y fueron expuestas en salones y museos de todo el mundo, de modo que Ortiz Echagüe fue el fotógrafo español más internacional de la primera mitad del siglo XX.

Durante la Guerra Civil luchó en el bando franquista, pero algunas de sus fotografías aparecieron en la prensa republicana y anarquista, como una portada de Revolución, periódico libertario bilbaíno.

Su legado consta de cerca de 1.500 positivos originales, más de 28.000 negativos, además de equipos fotográficos y material diverso. Completa el legado una biblioteca especializada, documentación y su colección personal de fotografías de otros autores.