Una belleza salvaje o el adiós de Billie Holiday

En una de sus mejores fotografías, publicada en 1949 en la revista sobre cultura negra Ebony, vemos a la legendaria cantante Billie Holiday haciendo la comida en su apartamento de Harlem. El artículo afirmaba, según lo había declarado ella misma, que se encontraba curada de sus constantes problemas con las drogas. «Estoy limpia», decía. Una y otra vez, Holiday había sido detenida por su adicción a la drogas. En la imagen la vemos junto a su inseparable perro bóxer Mister, su más fiel amigo y que la acompañó hasta el final de sus días.

Mister no era su único perro, pero sí el que más amaba. La lista es extensa: Gypsy, Chiquita, Pepe o Bessie Mae Moocho. Sin embargo, Mister la acompañó en cada uno de sus momentos, algunos de los cuales, como los que te enseñamos, fueron magistralmente retratados por el fotógrafo William P. Gottlieb en Nueva York en junio de 1946.

 

El 17 de julio de 1959, Holiday fallecía en la cama de un hospital. Lo hizo con la sola compañía de su inseparable Mister.