Chumy Chúmez: el hombre que trajo el comix underground usa a España

Durante el tiempo que vivió en California a principios de los 70, el humorista donostiarra conoció a las máximas figuras del cómic underground y posteriormente, pudo editar sus trabajos en España.

Es posible que los lectores más jóvenes de Agente Provocador desconozcan quién fue Chumy Chúmez. Los que por edad leyeron sus chistes, le vieron en la televisión o le escucharon por la radio, tal vez tengan de él la imagen de un humorista chapado a la antigua y conservador como sus colegas Mingote, Summers, Tip o Alfonso Ussía.

Sin embargo, Chumy Chúmez tuvo una vida bastante más cosmopolita que sus compañeros de generación y en consecuencia, tuvo contacto con realidades que alguno de ellos como, por ejemplo Ussía, aún desconoce a día de hoy.

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Chumy Chúmez, cuyo nombre real era José María González, había nacido en San Sebastián en 1927. Aunque su vocación era la de pintor, tras la Guerra Civil estudió perito mercantil y, poco después, entró a trabajar en el Instituto Nacional de Previsión. Dado que la vocación artística seguía siendo más fuerte que la función pública, José María envió unos dibujos a La Codorniz que fueron aceptados y publicados bajo el nombre de Chumy Chúmez. Ese hecho le animó a dejar el ministerio y trasladarse a Madrid, donde comenzó la carrera de Bellas Artes que compaginó con sus colaboraciones en La Codorniz, Triunfo y el diario Madrid.

Guionista, escritor, dibujante, Chumy Chúmez también fue un gran viajero. Casado con una ciudadana estadounidense de origen chino nacida en Sacramento y a la que había conocido en los años sesenta mientras ella pasaba una temporada en España, recorrió todo el mundo, estuvo viviendo una temporada en Francia y también en Estados Unidos, donde llegó a principios de los años 70. Afincado en California, Chumy conoció a los dibujantes underground más relevantes del momento, incluido Robert Crumb.

«En California había una tendencia nueva. Eran los años setenta y algo, y era el cómic underground, que era un dibujante que se llamaba Crumb, que quiere decir en inglés migajas, los restos de comida que se quedan encima de la mesa», recordaba el humorista en en programa de Televisión Española Humoristas gráficos y dibujantes de historietas. «Era una gente que se hizo millonaria, pero que eran tan obscenos y tan críticos contra el sistema, que no se lo querían exhibir en ningún sitio. En los quioscos donde ponían sus revistas, la gente a veces los quemaba porque era una cosa verdaderamente obscena contra la dignidad de los Estados Unidos y tenían razón, después de lo que estamos viendo».

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Durante el tiempo que Chumy Chúmez estuvo en California, llegó a ir a la redacción de la revista Zap y preguntar por el mísmísimo Robert «migas de pan» Crumb.

«Pregunté por Crumb que era el gran jefe. Hacían unos monstruos y unos dibujos monstruosos y todavía recuerdo la impresión que me produjo porque me dijeron “ahora no está, pero va a salir el redactor jefe a hablar con usted” y salió  un monstruo así como torcido. Creo que todo aquello del humor monstruoso era porque ellos eran así, por dentro y por fuera. Yo me llevé un susto, pero eran muy majos».

Consciente de que ese tipo de experiencias no estaban al alcance de un español medio en plena dictadura franquista, Chumy Chúmez decidió contar lo que estaba viendo en California en varios artículos. Uno de ellos, publicado en la revista Triunfo, llevaba por título Prensa underground y repasaba la situación de la prensa libre en Estados Unidos. En él relataba que en el país se editaban «entre trescientos a trescientos cincuenta periódicos underground», una prensa que, según el humorista, tenía poca difusión, era rechazada por las gentes de bien y perseguida por la policía. No obstante, en cuanto a la persecución policial, Chúmez apuntaba que en Estados Unidos, lo único verdaderamente underground eran los Panteras Negras, «que se juegan el pellejo en cuanto salen a la luz del sol. Lo demás es un juego. Un periódico que se puede comprar en los quioscos solo puede autotitularse underground por snobismo».

El artículo de Chumy Chúmez sobre prensa underground publicado en septiembre de 1970 en el número 434 de la revista Triunfo.

El artículo de Chumy Chúmez sobre prensa underground publicado en septiembre de 1970 en el número 434 de la revista Triunfo.

En su artículo, también recopilaba algunas anécdotas sufridas por la prensa independiente, como el miedo de algunas imprentas a imprimir esos trabajos, las amenazas que recibían en las redacciones, los atentados y la actitud de estos periodistas ante semejante acoso: «En Los Angeles Free Press se publicó recientemente una lista con los nombres, domicilios y números de teléfono de ochenta agentes de la brigada especial de la policía contra narcóticos. El periódico ha sido procesado. […]. El director de la revista se justifica diciendo […] “yo creí que hacía un bien a la comunidad enseñando a la gente dónde pueden encontrar rápidamente un policía entre sus vecinos en caso de necesidad urgente”».

A continuación, Chumy Chúmez hablaba del cómic underground, de Snatch, revista fundada por Robert Crumb que fue retirada de la venta a petición de la fiscalía. Un hecho que, según el humorista, aumentó su popularidad y la convirtió en un best seller, desde el momento en  que «tener unos ejemplares de Snatch era una señal de distinción», ya que «se vendían clandestinamente como la marihuana».

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Antes de concluir, Chumy Chúmez hacía referencia a otro de esos procesos judiciales contra las revistas de cómic underground y señalaba que uno de los testigos, preguntado si encontraba obscena una de esas publicaciones, respondió que no la encontraba obscena sino fea, lo que llevaba al español a reflexionar «quizá tenga razón. Los dibujantes de Comix cultivan un feísmo que no se sabe si es voluntario o es simplemente la prueba de su incapacidad».

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A pesar de esos comentarios que resultaban un tanto despreciativos para los autores de cómic underground, Chumy Chúmez aprovechó los contactos y el conocimiento que tenía del tema para publicar en 1972 en la editorial Fundamentos Comix Underground USA, un recopilatorio que incluía trabajos de Robert Crumb, Gilbert Shelton, Ronald Lipking, Gillsmit Herman, Jim Osborne, B. Skursky o P. Bramley, entre otros.

El éxito del libro, publicado todavía en vida del dictador, hizo que se realizasen cinco ediciones y que Fundamentos se plantease estirar más el chicle. Así, un año más tarde salió un segundo volumen, esta vez seleccionado y prologado por Ignacio Fontes y, en 1976, un tercero, seleccionado por Jaime Pascual y en el que se incluían trabajos de Crumb, Kim Deitch (el hijo de Gene Deitch), Gilbert Shelton, Jayzey Lynch, Rick Griffin o Skip Williamson.

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Para entonces, los autores españoles ya se habían enterado de qué era el cómix underground y habían comenzado a hacer sus propias revistas independientes como Purita de Nazario o El Rrollo enmascarado en la que también participaba el creador de Anarcoma, así como Max, los hermanos Miguel y Pepichek Farriol o Pamiés, que vieron cómo la revista era secuestrada por las autoridades franquistas y ellos procesados judicialmente. En eso, el cómix underground español no se diferenciaba demasiado del estadounidense.

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