Bienvenidos al Instituto de las Imágenes Ilegales


Mark McCloud colecciona más de treinta mil espectaculares hojas de LSD que sobrevivieron a la prohibición y que no duda en describir como un «bello ejemplo de arte estadounidense»

 

El 6 de octubre de 1966 (un día conocido como «El Día de la Bestia» en los círculos psicodélicos), en plena era hippie y antes incluso del verano del amor, California prohibió la posesión de LSD. Dos años después, la ley se extendió a todo el país. Mark McCloud, un argentino estudiante de bellas artes que siendo niño se marchó a vivir a Estados Unidos, hizo lo que haría cualquier persona con visión: comenzó a comprar montones de papelas, hojas de papel con LSD, para su consumo. Llegó a tener tantas que, en un momento dado, comenzó a coleccionarlas de forma masiva.

Finalmente, su casa de San Francisco se llenó con miles de cartones de LSD. Con el tiempo el ácido se descompuso. Ahora, los aficionados al arte pueden ver las hojas enmarcadas que forman parte de un archivo de más de 33.000 piezas y que se conoce como el «Instituto de las Imágenes Ilegales» de Mark, para quien su gigantesca colección es un ejemplo de arte popular estadounidense.

La colección es inmensa. Hay registros y diseños del primer LSD que compró al legendario productor y traficante de Nueva York llamado «Ghost», y que popularmente se conocían como «cinco por veinte» (cinco gotas por veinte en una pequeña tarjeta que ​​salió camuflada en el embalaje de Kodak). Muchos de los cartones de su colección se colaban en fundas de discos (su tamaño era el de un vinilo), con lo que en principio burlaban los controles policiales y aduaneros.