«¡Rompan todo!». La noche en que los fans del «rock infernal» lo destruyeron todo

«¡Rompan todo! ¡A la violencia se responde con violencia!», aseguran que gritó el cantante Billy Bond, al frente de La Pesada del Rock and Roll. Pero el caos ya se había desatado en Luna Park. Era el 20 de octubre de 1972. Cientos de jóvenes «con las más extrañas y llamativas ropas, tanto en los hombres como en las mujeres, con exóticos colgantes, con largas cabelleras, abundantes melenas y hasta algunos torsos descubiertos», según un diario que cubrió el evento, se subían a la parte alta del recinto, la platea, donde había muy pocos espectadores. Abajo, mientras tanto, se apretujaban miles de hippies y rockeros que habían acudido a disfrutar del «Woodstock argentino», un festival que terminó con una portada del periódico Así que rezaba: «Hordas hippies arrasaron el Luna Park».

Portada de Así (24 de octubre de 1972)

Portada de Así (24 de octubre de 1972)

No había sido el primer gran festival de rock en Argentina, pero sí quizás el primero desarrollado en medio de un clima social y político de gran tensión.

Fotografías interiores del periódico Así sobre los incidentes en el Luna Park

Fotografías interiores del periódico Así sobre los incidentes en el Luna Park

Aspecto del interior del Luna Park durante otro evento en ese mismo año 1972

Aspecto del interior del Luna Park durante otro evento en ese mismo año 1972

Días después, cuando apareció el nuevo número de la por entonces popular revista Así, se daba cuenta de lo ocurrido con una espectacular portada que decía: «El rock infernal», asegurando que se habían producido «grandes destrozos» donde «se mezclaron hombres y mujeres». La Razón, otro periódico argentino, lo resumió así: «Gases, vidrieras destrozadas y 25 detenidos», causados por «muchachos y muchachas con los más inverosímiles atuendos y pinturas (posiblemente “de guerra”), revueltas melenas y extraños adornos colgantes». La noche terminó con la detención de Billy Bond, acusado de instigar al desorden. La prensa afirmó que este, ante su detención, «no prestó resistencia alguna».

Bond y el resto de la banda intenta apaciguar al público instantes antes del caos

Bond y el resto de la banda intenta apaciguar al público instantes antes del caos

Sin embargo, Bond, lejos de retractarse, tituló el tercer disco de su grupo Tontos (que también era un grandísimo tema) y llevaba el subtítulo del asunto del Luna Park: «Estaba dedicado a los músicos que me criticaron lo que hice cuando entró la policía y le pegó a los chicos», confesó en una entrevista para magicasruinas.com., donde además contó su versión de los hechos:

Single «Tontos» de Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll (1973)

Single «Tontos» de Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll (1973)

«Lo del Luna Park es una historia bien concreta. Eran momentos de represión, eran momentos en que el sistema estaba apretando mucho, era una cosa muy pesada, el rocanrol era una cosa absolutamente marginal, era una cosa que era de otro mundo y te trataban como si fueras guerrillero. Tito Lectoure accede por dinero a ceder el Luna Park, es decir, vos abrís tu casa para que venga alguien a comer cuando vos convidas a alguien o haces un negocio con alguien, ya sabes lo que es el tipo sino no lo invitas. Nos invitó a hacer este show, en una casa que es una carnicería porque es un lugar donde se boxea, donde la gente se pega y sangra, se mata. Es un lugar superviolento y el rock de alguna manera no era violento, era una cosa mucho más apacible porque era la época del flower power. Todo el mundo estaba medio enroscado en el amor y paz. La Pesada tenía características un poco más agresivas porque eran más realistas, más políticos, estábamos un poco meros en la boludez del flower power y estábamos un poco más en una revolución más clara. Entonces Tito Lectoure te cede la casa para que hagas un show a la tarde, cuando Lectoure vio la fila de los chicos sentados afuera, se empezó a poner pesado, decía: “Estos hippies de mierda, estos sucios, estos peloteados”. Cuando llegó la hora del show la policía que ya estaba avisada, entró en medio del show y empezó a pegarle a los chicos. Eran momentos de mucha tensión, era una época muy pesada y vos estás en el escenario y de repente te jugás ¿para quién?, ¿a favor de quién?, ¿a favor de los chicos, que es tu gente? o ¿a favor de la policía?, que es exactamente lo contrario de lo que vos querías, que era la no agresión. Empezó pacíficamente, empezó así tipo “La violencia trae a la violencia, paren muchachos”, pero hubo un momento en que no aguantó más la cosa y los chicos rompieron todo y acabó en eso que todo el mundo sabe que acabó que fue un desastre. Pero el desastre fue provocado por quien lo provocó, yo no provoqué el desastre, el desastre se provocó solo porque Tito Lectoure lo provocó, Lectoure llamó a la policía y la policía ya entró dando palazos, los chicos no empezaron rompiendo todo, los chicos fueron a un recital normal como todos. A quien se le va a ocurrir que alguien como yo podía tener poder para que los chicos que estaban dentro de ese lugar rompieran el Luna Park y lo hicieran pedazos si no hubiera una razón más o menos seria. Porque no era River contra Boca donde se encontraban las hinchadas y se mataban, era un recital de música adonde los chicos fueron a escuchar y la policía entró a pegarle a la gente. Yo no dije: “Rompan todo», la única cosa que dije fue: “Vamos a sentarnos, tranquilos, la violencia trae violencia”. Cuando les empezaron a pegar a los chicos me empecé a poner nervioso porque ya era otro mambo».

«¿Lo gritó o no Billy Bond? Inicialmente lo negó. Luego, para Clarín, comenzó a dudar y aseguró que ni se acordaba, pero precisó algo mucho más importante: El “¡Rompan todo!” fue el primer grito revolucionario de verdad, del rock contra la represión».

Esta es la crónica completa que hizo el periódico argentino La Razón:

ESCANDALO EN EL LUNA PARK

«Menos música, hubo de todo en el festival de rock que debía realizarse anoche en el Luna Park. Nutridos grupos de jóvenes luciendo inverosímiles atuendos provocaron mayúsculo desorden. La verja que separa las plateas de la popular cayó derribada ante el entusiasmo de los “fans”. También fueron arrasadas las verjas que protegen la entrada al estadio. Tito Lectoure recibió un ladrillazo y Billy Bond fue arrestado. Gases, vidrieras destrozadas y 25 detenidos. Anunciado como Gran Festival del Rock, con la actuación de los conjuntos Aquelarre, Color Humano, La Pesada del Rock, Lito (sin dos «t») Nebbia, Pappo’s Blue (sin “s”) y Pescado Rabioso, en realidad fue un “festival de trompis y destrozos” el espectáculo presenciado anoche en el estadio Luna Park. Bastante antes de la hora anunciada para comenzar la velada —las 21— se advirtió denso clima propicio al desorden en los grupos de desaparrados que convergían hacia el estadio. Muchachos y muchachas con los más inverosímiles atuendos y pinturas (posiblemente “de guerra”), revueltas melenas y extraños adornos colgantes. Algunos con el torso desnudo y algunas con minifaldas que tenían más de mini que de falda. Centenares de estos personajes intentaron ingresar al recinto sin abonar entrada y comenzaron las primeras escaramuzas con los encargados de las boleterías. Mientras tanto, en el sector de las populares también había empezado el “espectáculo”. Aunque no musical, precisamente. Jóvenes desorbitados de ambos sexos matizaron la espera arrojando proyectiles a las plateas y al palco en que debían actuar los conjuntos musicales. Prodújose entonces la primera intervención policial arrestando a los más revoltosos y tratando de atemperar el “calor reinante”. Pero fue inútil. Nutridos grupos se arrojaron sobre la verja que separa ambos sectores, logrando derribarla y creando gran confusión. Al mismo tiempo, en la calle Corrientes aumentaba el desorden, al que trataban infructuosamente de serenar los policías y empleados del Luna Park. En medio de singular baraúnda se vio al empresario Juan Carlos Lectoure encarar a vocingleros jóvenes para apaciguarlos. Aunque sin éxito. Los más enardecidos se abalanzaron sobre las verjas que cierran las puertas del estadio y esta cayó ante el juvenil empuje. El caos ya era completo. En vano el empresario Jorge Álvarez y el músico Billy Bond (de La pesada del rock) intentaron parar el alud. Las butacas fueron destrozadas y sus restos sirvieron como armas arrojadizas. Los músicos trataron de poner a salvo del entusiasmo de los “fans” sus baterías, baffles y demás elementos técnicos. Como último arbitrio, Billy Bond inició su actuación. Pero el primer tema quedó trunco (nota: se refiere a “Fiebre de la Ruta”). Y la policía lo detuvo, conduciéndolo a un patrullero. En el trayecto, grupos de exaltados manifestaron de palabra y de hecho su oposición al procedimiento policial. Un trozo de ladrillo impactó en la espalda de Lectoure y la represión de los agentes del orden se tornó más contundente. Los núcleos más rebeldes fueron disueltos sin contemplaciones, apelándose a los gases lacrimógenos. Cuando volvió la calma al sector, advirtióse que el estadio había quedado en lamentable estado. Y también los comercios vecinos mostraban huellas del paso de los entusiastas jóvenes en sus vidrieras destrozadas. Como corolario, quedaron detenidos 25 revoltosos en las comisarías 1ª y 2ª».

¿Lo gritó o no Billy Bond? Inicialmente lo negó. Luego, para Clarín, comenzó a dudar y aseguró que ni se acordaba, pero precisó algo mucho más importante: «El “¡Rompan todo!” fue el primer grito revolucionario de verdad, del rock contra la represión». Se había convertido en la bestia negra del país. El primer punk, algo que explotó en 1979, tras la primera ola de bandas punk, en un disco en que aparecía convertido en una especie de John Lydon argentino.  

Billy Bond, O Heroi (1979)

Billy Bond, O Heroi (1979)