Los crímenes del «Hombre de Negro»

Johnny Cash iba de puerta en puerta ofreciéndose como profesor de guitarra. Si le abrías, podía secuestrarte, atarte, robarte. Así sucedió en la película Door to door maniac, donde además le cantaba a su despavorida víctima

En Carsick, un aventurero John Waters cruza Estados Unidos de lado a lado haciendo autostop. La sucesión de personajes es, por supuesto, gloriosa: camioneros, yuppies, locos, maníacos, fans. En la parte del libro dedicada a «Lo mejor que podría pasar» (una ficción en la que aparecen todas y cada una de las obsesiones del Waters cineasta), conoce a un apuesto vendedor de cuchillos con el que sueña vivir. En el maletero de su coche, que no duda en abrir desde que tiene ocasión, tiene un amplísimo muestrario de toda clase de cuchillos que vende en cada pueblo. No tiene un hogar. No le hace falta: «Puedo vivir en cualquier lado, siempre y cuando tenga mis cuchillos», le dice a John, que responde con un «Por mí está bien», pensando que ha encontrado por fin a su media naranja, un apuesto chico del sur tan extraño y fascinante como sus mejores amigas y él mismo. Seguidamente recuerda una película interpretada por Johnny Cash. Se ve en el papel de víctima, con un Hombre de Negro haciendo de serial killer.

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La película era Door to door maniac (en realidad, se tituló inicialmente Five minutes to live), estrenada en 1961, la primera aparición en el cine de Cash, que hacía de criminal asesino bajo el nombre de Johnny Cabot. A pesar de que aquel año fue el comienzo de su relación amorosa y artística con June Carter, no pasaba por una buena época personal y artística. Años más tarde, al serle recordada la cinta, reconoció que «no debía haberla hecho». Pero no fue su única aparición en cine. Volvería a aparecer una década más tarde en A gunfight (junto a Kirk Douglas), interpretando a un personaje hecho a su medida. Door to door maniac, que se financió penosamente, pasó sin pena ni gloria.

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«Era un desastre. Lo más interesante, aparte del fetichismo de ver al cantante haciendo de criminal, es la canción “I've Come to Kill”, escrita e interpretada por Johnny Cash»

Era un desastre. Lo más interesante, aparte del fetichismo de ver al cantante haciendo de criminal, es la canción «I've Come to Kill», escrita e interpretada por Johnny Cash. A diferencia de Elvis Presley, que también participó en varias películas, Cash era un mal actor que no había recibido ningún tipo de clase de interpretación pero cuyo carisma parecía darle la seguridad necesaria para sus incursiones en la industria cinematográfica. Sus papeles parecen representar al tipo de personajes que retrató en sus canciones, como en el episodio de Colombo de 1974 o en la película para televisión Murder in Coweta County (1983).

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Planteada como una película policíaca, tenía como argumento el robo de un banco. Cabot / Cash, además, es un profesor de guitarra que da clases a domicilio. En una de estas visitas secuestra a una mujer, a la que aterroriza con su guitarra en el momento más hilarante y grandioso de la película, concretamente en el minuto 37. Cash se sienta y toma su guitarra frente a una desesperada mujer que escucha una auténtica «murder ballad» de labios de un Cabot/Cash impecable y con rostro de maníaco country.