La última chica teddy: Ken Russell y el tesoro oculto

En 1955, el por entonces desconocido director de culto Ken Russell, fotografió a unas espectaculares teddy girls, conocidas como «Judies», en uno de los pocos testimonios gráficos que se conservan de la existencia de esta increíble subcultura

Londres aún permanecía parcialmente devastada, sobre todo en los barrios obreros, donde la reconstrucción de los estragos causados por la guerra (las alarmas sonando, las miradas hacia el cielo a la espera de lo peor: los bombardeos nazis) no habían sido totales. Tras la Segunda Guerra Mundial, los proletarios ingleses siguieron siendo proletarios; poco o nada cambió para las familias de clase trabajadora, muchas de las cuales habían votado a los laboristas y estaban influenciadas por el socialismo. La juventud inglesa, sin embargo, tenía sus propias ideas e itinerario. Lejos de seguir a sus padres, optaron por un rechazo vital y nihilista a la sociedad en la que habían nacido.

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La mayoría había vivido su infancia en los refugios. Con la llegada de la adolescencia y la imposición de las medidas de austeridad, intentaron crear sus propios espacios de diversión y comunidad. El rock and roll, y su llegada a la Inglaterra de los cincuenta, coincidió con la aparición de los primeros teddy boys, muchos de los cuales eran adolescentes metidos en la pequeña delincuencia y provenientes de barrios proletarios.

Alrededor de 1954, cuando comenzaron a verse los primeros grupos, debían ser muy pocos. Sin embargo, la hostilidad hacia los adultos, la arrogancia y, con frecuencia, violencia que se desataba de inmediato, las peleas entre bandas, su pasión por el baile y la noche, provocaron un pánico en los ingleses. Se habló de subculturas y terror, justo cuando la juventud empezó a tener su propia identidad. Los jóvenes fueron criminalizados. En el centro del debate, dos movimientos: los angry young men, como expresión cultural y literaria de rechazo nihilista y los teddy boys, como subcultura de clase, urbana y rodeada de un halo de peligrosidad.

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«La serie, titulada “The last of the teddy girls”, visibilizó una facción de la subcultura teddy que hasta entonces resultaba casi un completo misterio: las teddy girls»

En el año 2005, Ken Russell, director de culto, decidió volver a difundir una serie de impactantes fotografías tomadas en 1955 en Notting Hill, Londres. Medio siglo antes habían salido publicadas en una revista llamada Picture Post. La serie, titulada «The last of the teddy girls», visibilizó una facción de la subcultura teddy que hasta entonces resultaba casi un completo misterio: las teddy girls. Había muy pocas imágenes de chicas ted en solitario y, además, estaba la fecha: 1955, justo en el inicio de aquel fenómeno.

¿Quiénes fueron las teddy girls?

Aunque surgieron a partir del teddy boy, tenían su propio estilo. La mayoría trabajaban como secretarias o en las fábricas de la zona, cobrando bajos sueldos y sin casi tiempo libre salvo los fines de semana.

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«Las chicas ted, comúnmente conocidas como “Judies”, imprimieron a sus grupos un aspecto mucho más heterodoxo y arriesgado que el de sus homólogos masculinos»

Las chicas ted, comúnmente conocidas como «Judies», imprimieron a sus grupos un aspecto mucho más heterodoxo y arriesgado que el de sus homólogos masculinos, menos cerrado, combinando la moda del momento e invirtiendo los roles femeninos y masculinos a su antojo: pantalones en vez de faldas, pero apropiándose de sombreros y pañuelos al cuello. Ante la carestía y austeridad de la posguerra, opusieron un exceso juvenil, extravagante y provocador, algo entonces inaudito.

Las chicas ted crearon sus propios grupos y fueron vistas por vez primera en Elephant and Castle, donde existían grandes zonas de ocio. Allí fue donde, en los cines de Trocadero, se estrenó en 1956 la legendaria película Rock around the clock, que casi inauguró la asociación entre jóvenes, rock and roll y vandalismo tras los incidentes provocados por grupos de teds en la sala de proyección (bailaron en los pasillos y destruyeron los asientos con sus navajas. Luego, a la salida, cargas policiales y carreras).

Ken Russell, antes de dedicarse al cine, había sido fotógrafo. En 1955 llevaba cuatro años tomando fotografías a personas y lugares singulares de su barrio, Notting Hill, donde comenzaron a verse los primeros teddy boys y que protagonizará buena parte de la vida contracultural londinense en las dos décadas siguientes. Los teddy boys, poco a poco, fueron simpatizando con los sectores más reaccionarios. Fueron ellos quienes protagonizaron los primeros choques contra inmigrantes del barrio, durante los carnavales de Notting Hill de 1958. Pero antes, Russell fue testigo privilegiado de una subcultura en formación. Por entonces, conoció a una «judie», Josie Buchan. Russell, aunque era mucho más mayor que ellas (en 1954 tenía ya 27 años, mientras ellas rondaban los 14-17 años), se hizo amigo de varias de ellas y una tarde las acompañó a los lugares que visitaban, retratándolas en una espectacular serie donde las vemos en su terreno, casi siempre solas y divertidas, unidas y desafiantes. En otras, como telón de fondo, las vemos junto a chicos teddy, en enclaves que parecen descampados, zonas ruinosas y calles proletarias. Su serie de imágenes reflejan un momento único. Russell estaba ante las primeras y últimas chicas teddy.