Una Legión Negra: la logia de piratas asesinos

Surgieron a finales de los años veinte y principios de los treinta y sus miembros, racistas declarados que amaban la violencia atroz, rápidamente fueron conocidos por incluso superar el salvajismo del infame Ku Klux Klan. Nos referimos a la Legión Negra, una sociedad secreta terrorista que cometió decenas de asesinatos, incendios y agresiones en muy pocos años, y que acabó juzgada y sus integrantes huyendo en desbandada.

Dos miembros de la Legión Negra junto a las armas que utilizaban

Dos miembros de la Legión Negra junto a las armas que utilizaban

Es posible que alguno de ellos tuvieran una doble militancia en el KKK y en la Legón Negra, pero lo cierto es que desde un primer momento, la Legión Negra explotó una imagen que pretendía sembrar pavor, más aún entre negros y, sobre todo, militantes sindicalistas, activistas políticos o críticos con el racismo, con lo que quería desmarcarse del KKK, que a su lado parecía excesivamente «suave». A pesar de su extrema violencia, no fue un grupo pequeño, aunque su radio de acción fue, sobre todo, Michigan y Detroit. Se calcula que llegó a contar con varios millones de afiliados, un verdadero arsenal y la complicidad de un amplio sector de la policía, fabricándose sus propias armas y extendiendo una red de informadores.

Para diferenciarse del KKK, se vestían completamente de negro y no dudaban en posar con sus armas, ataviados con sombrero pirata y la tradicional calavera con los huesos cruzados. Creían tener una misión que calificaban de «sagrada». En su mismo rito de iniciación, el aspirante a legionario posaba con sus pistola junto al corazón mientras recitaba el solemne juramento:  «Me comprometo a hacer todo lo posible y por cualquier medio, para lograr el exterminio de anarquistas, comunistas, la jerarquía romana y sus colaboradores. Juro que pondré todo mi corazón, mi cerebro, mi cuerpo y mis palabras para no traicionar nunca a un compañero, sufriendo todas las torturas que sean y la más horrible muerte antes de que una sola palabra comprometedora salga de mis labios».

Un policía posa junto a un detenido de la Legión Negra

Un policía posa junto a un detenido de la Legión Negra

Los asesinatos se sucedían. Atentados contra líderes sindicales y negros. Nadie estaba a salvo. La Legión Negra, durante los años treinta, cometió decenas de horrendos crímenes, incluida la muerte del padre de Malcolm X, según aseguró años más tarde.

Su celebridad alcanzó la gran pantalla y Hollywood produjo dos grandes películas sobre ellos, Legion of Terror (Columbia Pictures, 1936) y, seguidamente, Black Legion (Warner Brothers, 1937), que contó con la aparición estelar de Humphrey Bogart, en uno de sus primeros papeles, pero para entonces la sociedad secreta se venía abajo.

El incremento de asesinatos fue tal que las autoridades tuvieron que ponerle freno. Un gran juicio llevó a la cárcel a muchos de sus dirigentes que, lejos de cumplir su palabra, narraron los misterios, secretos y atrocidades del grupo.