Chuck Berry, el Padrino del Punk

CHUCK BERRY POSA JUNTO A DEBBIE HARRY, VOCALISTA DE BLONDIE

En 1980, el pionero del rock and roll concedió una entrevista a Jet Lag, un fanzine punk de St. Louis, recordando sus inicios como icono de la rebeldía adolescente y opinando sobre el relevo generacional de The Clash, Sex Pistols, Talking Heads, Ramones y demás ídolos de la Nueva Ola.


Tampoco hay que exagerar la relevancia de aquella pequeña publicación fotocopiada, doblada por la mitad y grapada, con un precio de 50 centavos, que un grupo de chavales liderados por John "The Mailman" Korst y Steve Pick se sacaron de la manga. Su contenido se limitaba a glosar los primeros pasos de una escena local que acabaría despuntando gracias a The Stooges, MC5 o Bad Brains. Fruto del entusiasmo, la revista creció lenta pero firmemente, abarcando desde su primer número, publicado en marzo de 1980 hasta su desaparición, poco más de una década después. Con el tiempo, la publicación empezó a distribuirse fuera de San Luis; el número de páginas aumentó, al igual que su tamaño, y aunque a día de hoy es prácticamente imposible encontrar ejemplares de las primeras ediciones, hace unos años Pick hizo un gran favor a los fans al escanear los primeros 22 números para que puedan consultarse online.

De entre todos, decidimos reproducir la entrevista a Berry publicada con motivo del número doble del septiembre de 1980, en el que los jóvenes aspirantes a periodistas le pidieron a la estrella del rock and roll su opinión sobre algunos de los lanzamientos más relevantes del punk. Las reseñas de Berry sobre «lo que escuchan los jóvenes hoy en día» nos recuerdan a sus canciones, directas y concisas.

Al escuchar el God Save The Queen de Sex Pistols, por ejemplo, preguntó: «¿Por qué está tan enfadado este tipo? El estilo de guitarra y la progresión de acordes se parecen a los míos. Buen ritmo. No entiendo la mayoría de las voces. Si vas a cabrearte, al menos asegúrate que el público entienda porqué». En cambio, Queen of Hearts del galés Dave Edmunds, le pareció reconfortante: «Esto ya me gusta más. Este tipo tiene un don para el rock and roll. ¿Ha tenido éxito? Bueno, si alguna vez necesita trabajo, que me llame».

Al hablar de I Am the Fly de Wire y del álbum Unknown Pleasures de Joy Division, Chuck sentenció: «¿Así que esto os parece novedoso? Pues no es nada que no haya escuchado antes. Suena como una vieja improvisación de blues que BB King y Muddy Waters interpretaban entre bastidores en aquel viejo anfiteatro de Chicago. Puede que los instrumentos sean diferentes, pero el experimento es el mismo». Algo parecido le ocurrió con What I Like About You de The Romantics, Oh Cheri de 20-20 y Different Kind of Girl de The Beat: «¡Por fin algo para bailar! Suena mucho a los sesenta, con algunos de mis riffs añadidos para completar. ¿Dices que todo esto es nuevo? Lo he escuchado muchísimas veces. No entiendo tanto alboroto».

chuck berry flanqueado por johnny rotten (sex pistols) e ian curtis (joy division).

«¿Así que esto os parece novedoso? Pues no es nada que no haya escuchado antes»

Berry disfrutó mucho con Sweet So Still de The Gladiators, Funky Kingston de Toots & The Maytals y On The Radio de Selectors: «Esto es bueno, muy suave y conmovedor. Es genial para bailar y arrastrar los pies. Suena un poco como mi viejo amigo Bo Diddley, solo que más lento. Intenté algo parecido en una canción llamada Havana Moon». Pero para referirse a Complete Control de The Clash, Berry volvió a mencionar a los Sex Pistols: «Se parece a la primera canción. El ritmo y los acordes funcionan bien juntos pero, ¿qué le ocurre al cantante? ¿Le dolía la garganta cuando la grabó?».

«Estos chicos me recuerdan a mí cuando empezaba, yo también solo sabía tres acordes»

En cambio, se mostró mucho más entusiasmado con Sheena is a Punk Rocker de los Ramones: «Un buen temazo para saltar. Estos chicos me recuerdan a mí cuando empezaba, yo también solo sabía tres acordes». También pareció disfrutar con Psycho Killer de Talking Heads: «Un temazo funky, sin duda. Me gusta mucho la línea de bajo [de Tina Weymouth]. Buena mezcla y muy buena fluidez. El cantante [David Byrne] canta como si sufriera un ataque de pánico escénico».

AUAMBABULUBA BALAMBAMBÚ. LA EDAD DE ORO DEL ROCK AND ROLL

NIK COHN

Prólogo de Kiko Amat

La esperada reedición, tras más de dos décadas descatalogado, de una de las obras monumentales del pop enérgico y el rock and roll en su momento más dulce y salvaje escrito por el «padre» de la crítica musical.

«Simplemente la mejor pieza de escritura pop de todos los tiempos: herejía y revelación a la vez. Nunca ha sido superado» (Simon Reynolds)

«Uno de los mejores libros de rock de todos los tiempos» (The Guardian)

«Grande, brillante e inspirador» (Greil Marcus)